Comprenda qué es la obesidad y las muchas formas de abordarla y tratarla.

 

Encontrar personas con sobrepeso se ha vuelto normal en muchos lugares del mundo. Pero después de todo, ¿cuál es la diferencia entre el sobrepeso y la obesidad?

De forma muy sencilla, el sobrepeso es cuando te das cuenta de que estás un poco más gordo, con una barriga ligeramente más prominente, mientras que la obesidad es cuando la cantidad de grasa en el cuerpo ha excedido los límites saludables

La Organización Mundial de la Salud ha creado una fórmula para determinar numéricamente quién se encuentra en sobrepeso o quién ya ha alcanzado algún nivel de obesidad: es el IMC, que significa Índice de Masa Corporal. Es posible que hayas escuchado el chiste que dice “mi peso no está mal, es que mi altura no es la correcta”. Esto es exactamente lo que hace el IMC: propone un cálculo matemático para apuntar si su peso coincide con su altura.

La fórmula puede parecer compleja, pero en realidad es muy simple y si quieres puedes usar la calculadora automática que disponible aquí en nuestro portal  ¡Haz clic aquí y compruébalo!

La base de esta cuenta es dividir su peso por su altura al cuadrado (un número multiplicado por sí mismo).

IMC = Peso ÷ Altura²

En términos prácticos, si mides 1,67 metros y pesas 75 kilos. Tu cuenta será:

75 ÷ 1,67 x 1,67

75 ÷ 2,78

IMC 26,97

 

Con este resultado de IMC 26,97, siguiendo la tabla de la Organización Mundial de la Salud, la persona solo tiene sobrepeso y aún no ha alcanzado el nivel de obesidad.

IMC	Clasificación
Inferior a 18,5	Bajo peso
Entre 18,5 y 24,5	Peso normal o peso saludable
Entre 25,0 y 29,9	Sobrepeso
Entre 30,0 y 34,9	Obesidad clase I
Entre 35 y 39,9	Obesidade clase II
Mayor que 40,0	Obesidad clase III o mórbida

Datos: Organización Mundial de la Salud

Varios factores pueden ser la causa de un proceso de aumento de peso excesivo: problemas psicológicos como grandes pérdidas o estrés, condiciones ambientales, calidad de la alimentación, falta de actividad física regular e incluso influencia genética, aunque no haya una comprobación de que la obesidad pueda ser una enfermedad transmitida de padres a hijos.

¡Pero claro que la obesidad es considerada una enfermedad! Y como cualquier enfermedad merece atención, cuidados y tratamiento. Las situaciones de riesgo y mayor atención se dan cuando la obesidad se combina con otras enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y los problemas cardiorrespiratorios, además de todos los inconvenientes que enfrentan las personas obesas a diario para desplazarse, acceder a espacios públicos o simplemente tomar un bus.

En cuanto al tratamiento, uno de los que ha llamado la atención de pacientes y familiares por los buenos resultados obtenidos,  es la cirugía bariátrica. Hay varios tipos distintos de procedimiento, desde el tradicional, con un corte de tamaño suficiente para que el médico pueda analizar el estómago y realice la técnica elegida, hasta las laparoscopias quirúrgicas más modernas, que se realizan con el uso de cámaras e instrumentos quirúrgicos que se insertan a través de pequeños orificios en el abdomen, con la finalidad de reducir riesgos y hacer la recuperación postoperatoria más sencilla y rápida.

Según el Dr. José Luiz Capalbo, superintendente médico del Hospital Nove de Julho, en São Paulo, Brasil, y especialista en cirugía gástrica, la cirugía bariátrica puede ser una buena solución para la obesidad, pero debe ser bien evaluada por un médico especialista. “Hay varios tipos de cirugía bariátrica. La decisión sobre qué método utilizar debe definirse entre el médico y el paciente, luego de evaluar todas las posibilidades”, señala Capalbo. “Las opciones van desde un procedimiento tradicional o el uso de cámaras en pequeños orificios hasta, más recientemente, el uso de robots”.

Con la cirugía bariátrica ser promueve una reducción del tamaño del estómago del paciente. En términos prácticos, si una persona come platos con 500 a 700 gramos de comida o más, significa este es el tamaño de su estómago. Al realizar la cirugía, ya sea mediante anillos que aprietan la entrada del estómago, cortes que reducen el tamaño del estómago, o un balón gástrico que se infla adentro del estómago para ocupar ese espacio, con eso la persona simplemente ya no puede ingerir la misma cantidad de comida. Al comer menos, pierde peso.

Generalmente recomendamos la cirugía bariátrica para personas con obesidad severa o mórbida, esto es cuando el índice de masa corporal supera los 40 kilos por m² de superficie corporal”, dice el Dr. Capalbo. “Hay métodos que pueden promover la pérdida de peso más rápido que otros, pero la decisión sigue siendo definida entre el médico, el paciente e incluso el médico clínico del paciente”.

Pero no todo se resuelve simplemente con el bisturí. El Dr. Capalbo recuerda la importancia del seguimiento psicológico para que la mente del paciente esté preparada para un nuevo cuerpo. “Es muy importante cuidar tu cuerpo y tu mente al mismo tiempo. Cuanto antes comience el seguimiento psicológico de este candidato a cirugía, mejor “.