Comer es algo que forma parte de varios ritos sociales, entre ellos celebraciones, momentos íntimos con familiares y amigos, además de ser una forma de aliviar frustraciones y estrés.

El equilibrio entre los momentos de exageración y la rutina alimentaria normal, sin embargo, es fundamental para mantener la salud, sobre todo cuando nos enfrentamos a posibles trastornos alimentarios.

En este sentido, entender qué hay detrás de la compulsión, así como los enfoques terapéuticos existentes, se vuelve imprescindible, dada la alta prevalencia que han alcanzado los diferentes trastornos alimentarios en las últimas décadas.

En este artículo comprenderás el papel de los problemas psicológicos en la compulsión alimentaria, desmitificando algunos conceptos y las formas en las que se maneja hoy en día.

La compulsión alimentaria

La compulsión alimentaria es una conducta o síntoma alimentario caracterizado por ingerir una gran cantidad de alimentos en un corto período de tiempo. Estas exageraciones se dan en episodios que suelen ir acompañados de un gran sentimiento de descontrol y culpa.

Además, los atracones suelen implicar alimentos hiperpalatables, es decir, ricos en sal, azúcar, grasas y/o saborizantes, ya sean dulces o salados. El mecanismo responsable de la compulsión parece funcionar de manera similar a los asociados con el uso problemático de sustancias psicoactivas.^[1]Kalon E, Hong JY, Tobin C, Schulte T. Psychological and Neurobiological Correlates of Food Addiction. Int Rev Neurobiol. 2016;129:85-110. doi: 10.1016/bs.irn.2016.06.003. Epub 2016 Jul 22. PMID: … Continue reading

Esto indica que la compulsión no necesariamente está ligada al alimento en sí, sino al acto de comer. Y conviene analizarlo junto con los síntomas que se pueden ver durante estos episodios:

Vergüenza, que puede llevar a la persona a comer en secreto
Culpa y disminución del estado de ánimo
Incapacidad para dejar de comer a pesar de que el hambre se ha saciado

Sin embargo, es frecuente la sobrevaloración de aspectos biomédicos relacionados con la compulsión alimentaria, centrándose en los síntomas y tratamientos disponibles. Esto demuestra la necesidad de más investigaciones que tengan como objetivo comprender los atracones de forma amplia, centrándose en el sujeto que los padece.^[2]BLOC, Lucas Guimarães; NAZARETH, Ana Clara de Paula; MELO, Anna Karynne da Silva e MOREIRA, Virginia. Transtorno de compulsão alimentar: revisão sistemática da literatura. Rev. Psicol. Saúde … Continue reading

Compulsión alimentaria versus Trastorno alimentario compulsivo

La compulsión como conducta está presente en otros trastornos alimentarios, como la bulimia nerviosa. Es, en estos casos, considerado un síntoma.

Pero también existe el Trastorno alimentario compulsivo, donde se presenta una conducta compulsiva hacia la comida, pero sin las características purgativas asociadas a la bulimia.

Los tratamientos para ambas situaciones implican, en gran medida, un manejo similar, con uso de psicoterapia y medicación. Sin embargo, las especificidades de cada paciente deben tenerse en cuenta al crear un plan terapéutico, con el fin de mejorar las posibilidades de éxito.

La psicología de la compulsión alimentaria

La compulsión alimentaria a menudo se asocia con trastornos psiquiátricos, especialmente trastornos del estado de ánimo como la depresión. Pero esta relación no significa causalidad, ya que la compulsión puede surgir como una forma de paliar algunos sentimientos negativos de la depresión. Pero también el sobrepeso, derivado de la compulsión, puede ser un factor que contribuya a la reducción de la autoestima y a la degradación del estado de ánimo, característico de la depresión.

La ansiedad también parece estar relacionada con los comportamientos compulsivos, siendo este último un mecanismo para hacer frente a los síntomas de la primera.^[3]Luppino FS, de Wit LM, Bouvy PF, Stijnen T, Cuijpers P, Penninx BW, Zitman FG. Overweight, obesity, and depression: a systematic review and meta-analysis of longitudinal studies. Arch Gen Psychiatry. … Continue reading

Formas disponibles de tratamiento

El tratamiento de la compulsión alimentaria debe ser siempre individualizado, teniendo en cuenta los aspectos psicológicos implicados, así como las posibles comorbilidades relacionadas con la obesidad y el sobrepeso.

Pero, en general, podemos dividir las formas de tratamiento en tres grupos distintos:

Tratamientos psicológicos

La terapia psicológica, en sus diferentes enfoques, es un elemento clave en el tratamiento de la alimentación compulsiva, ya que permite el reconocimiento de patrones patológicos de conducta, así como el fortalecimiento de la autoestima y la creación de formas individuales de manejo del problema.^[4]Iacovino JM, Gredysa DM, Altman M, Wilfley DE. Psychological treatments for binge eating disorder. Curr Psychiatry Rep. 2012 Aug;14(4):432-46. doi: 10.1007/s11920-012-0277-8. PMID: 22707016; PMCID: … Continue reading

En el caso concreto de la compulsión, dos formas de terapia han destacado por sus resultados y aceptabilidad por parte del paciente. Son ellas:

• Terapia cognitivo-conductual
• Psicoterapia interpersonal

Se pueden utilizar otros abordajes psicoterapéuticos, según la experiencia personal del paciente y del profesional involucrado. Sin embargo, los estudios con resultados más prometedores usan estos dos enfoques mencionados anteriormente.

Tratamiento farmacológico

Los medicamentos se pueden utilizar tanto para intentar controlar la compulsión como para tratar posibles trastornos asociados. Típicamente incluyen antidepresivos, estabilizadores del estado de ánimo y medicamentos contra la obesidad⁵. Recuerda que antes de consumir cualquiera de estos es importante hablar con un médico y recibir una formula que se adapte a tu caso.

Los más utilizados son:

• Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): esta clase de antidepresivos ofrece buenos resultados a corto plazo. Sin embargo, su efectividad a largo plazo aún no ha sido completamente establecida.
• Lisdexanfetamina: Indicado para casos moderados a severos, este medicamento parece reducir el número de episodios de alimentación compulsiva. Sin embargo, sus beneficios en tratamientos prolongados aún necesitan ser mejor estudiados.
• Topiramato y otros fármacos supresores del apetito: aunque la evidencia es escasa, este tipo de fármaco tiene el potencial de contribuir al tratamiento de la compulsión alimentaria
• Orlistat: Aunque no actúa sobre los atracones, este fármaco puede ser útil en la pérdida de peso, una grave consecuencia de este trastorno.

Otros enfoques

El seguimiento por parte de diferentes profesionales de la salud es fundamental para el tratamiento de la compulsión alimentaria, ya que esta condición suele estar asociada a otros problemas de salud.

Así, es habitual que estos pacientes sean derivados a:

• Nutricionista
• Fisioterapeuta o educador físico, según la capacidad para realizar ejercicios
• Endocrinólogo

De esta forma, es posible tratar las causas y consecuencias potenciales de la compulsión alimentaria, mejorando los resultados a largo plazo.

Resumen

• Llamamos compulsión alimentaria a los episodios de consumo de grandes cantidades de alimentos, asociados a la pérdida de control y la aparición de sentimientos negativos.
• Estos episodios suelen estar asociados a algunos trastornos psiquiátricos, como la depresión y la ansiedad.
• Los tratamientos disponibles incluyen la psicoterapia y el uso de medicación, siendo beneficioso el seguimiento nutricional y el ejercicio físico.